Cómo perderse con un GPS y no morir en el intento
Ya hace una semana que me incorporé al curro, y ¡¡¡parecen tan lejos las vacaciones!!! ¡¡Ainnsss!! No me gusta cogerme las vacaciones de verano a principios de julio, porque luego pasas todo el verano currando en Los Madriles y no tienes ningún viaje a la vista que te ilusione para poder pasar ese tiempo en el trabajo, sin amargarte... Pero en fin, como fui la última en incorporarme, era la única opción de vacaciones que había porque todo lo demás estaba pillado...
Para colmo, como las vacaciones coincidieron con el examen de oposición, pues no he salido a ningún lado, salvo el viaje a París que fue de tres días (y que ya os contaré). En cuanto a la opo... ¡¡¡HE APROBADO!!! ¡Oléeeeee! Ahora a por la segunda parte: el práctico..., pero aún no se sabe la fecha, aunque se rumorea que septiembre...
Pero bueno a lo que iba, que no era contaros mis penas de no poder coger más días de vacaciones hasta al menos octubre... Hoy quiero explicaros cómo perdernos con un GPS y no morir en el intento (esto leerlo con voz del tipo ese de Bricomamía, jejejeje). Sé que es difícil perderse con un GPS, pero no es imposible... Así que con unos cuantos pasos podemos conseguirlo...
Resulta que a principios de junio, antes de saber cuál serían las 7 maravillas del mundo, Jondalar y yo decidimos escaparnos un finde a Granada porque teníamos ganas de ver la Alhambra, ponernos morados a base de tapitas, y follar como conejos en una cama como dios manda (porque claro esto de que el picadero sea el coche, como que termina cansando), jejejeje Salimos de Madrid, y cuando llegamos a Granada ponemos en marcha el GPS para que nos guie hasta el hotel que está a 1,5 km de la Alhambra... Tras 45 minutos recorriendo Granada con "gire la primera a la derecha, en la rotonda coja la tercera salida, continue el trazado de la calle por un tiempo...", conseguimos llegar al hotel... Esa fue la primera vez que nos perdimos siguiendo las indicaciones del GPS. Bueno, más que perdernos, lo que pasó es que nos hizo dar mil vueltas por Granada, en vez de ir por el camino más recto..., camino que al día siguiente descubrimos nosotros solos sin su ayuda, y por el que tardamos 10 minutos en llegar al hotel.
Día siguiente: nos pegamos un buen madrugón para estar de los primeros haciendo cola para conseguir entrar a la Alhambra ya que no la llevábamos desde Madrid. ¡Es un sitio precioso! Después de patearnos bien la Alhambra decidimos ir a la calle Las Navas a comer a base de tapas... Gracias al GPS llegamos sin problemas. Después de comer y de recorrer el centro de la ciudad, decidimos ir a ver el que es supuestamente el mejor atardecer del mundo: el Mirador de San Nicolás desde el barrio del Albaycín. Ponemos el GPS desde el parking de Las Navas... "Gire a la izquierda"... ¡Vaya, si está cortada para vehículos privados! Bueno, coge la otra de al lado y ya nos calculará el aparato éste otra ruta... Calle para acá, calle para allá, y de nuevo el GPS: "Gire a la izquierda"... ¡¡Vaya, pero si es la calle de antes otra vez!! Pues ahora coge la otra anterior, a ver si nos calcula otra ruta... De nuevo, calle para acá, calle para allá, y después de estar durante una hora dando vueltas por el centro de Granada, dice el GPS: "Gire a la izquierda"... ¡¡Joder, pero si es otra vez la calle cortada de las dos veces anteriores!! A la mierda el GPS, lo apago y cojo el plano y te guio yo por donde meternos... A pesar del nulo sentido de la orientación que tengo, y de lo mal que interpreto los mapas, conseguí guiarle hasta el barrio del Albaycín, en menos tiempo que el que empleamos en salir del centro gracias al puto GPS. Pero he decir que tantas vueltas merecieron ¡¡la pena!! ¡El atardecer, precioso, al igual que el barrio! Aunque eso sí, demasiada gente había allí... Como ya se nos hizo tarde, ya cenamos allí antes de volver al hotel. Cuando decidimos marcharnos, ponemos de nuevo el GPS. Según muestra el cacharro, estamos a 3,5 km del hotel... ¡Estamos muy cerca, no tardaremos nada! ¡¡¡Qué equivocados que estábamos!!! "Gire a la derecha, y luego gire a la izquierda"... ¡¡Uy qué oscuro que está esto!! ¡Qué raro! "Siga el trazado de la calle por un tiempo". Quince minutos después... ¿Has visto ese cartel de ahí? ¡¡Coño, que pone que Granada está a 20 kilómetros!! Pero joder, ¡¡con el aparatito!! ¿Damos la vuelta? Ya dejalo, sigue por aquí, no sea que nos perdamos más sólos, que esto está muy oscuro (no había ni una sola farola, estábamos en una carretera secundaria y la noche estaba muy oscura). Otros 15 minutos después llegamos a la autovía, y el aparato pretendía volver a meternos por el caminito del día que llegamos para ir hasta el hotel, pero nosotros pasamos, y decidimos seguir los carteles que indicaban hacia la Alhambra... Y así descubrimos que desde la autovía, tan sólo se tardaban 10 minutos en llegar al hotel y no 45 como el día anterior.
Conclusión: ¡el GPS es una mierda! Que casi que preferimos el método tradicional de consultar un plano, porque gracias al aparatejo nos perdimos tres veces en poco más de 24 horas. ¡¡Pufff!! Por lo demás, muy bien... ¡Muy bonita Granada! ¡Y qué bien se come!
Para colmo, como las vacaciones coincidieron con el examen de oposición, pues no he salido a ningún lado, salvo el viaje a París que fue de tres días (y que ya os contaré). En cuanto a la opo... ¡¡¡HE APROBADO!!! ¡Oléeeeee! Ahora a por la segunda parte: el práctico..., pero aún no se sabe la fecha, aunque se rumorea que septiembre...
Pero bueno a lo que iba, que no era contaros mis penas de no poder coger más días de vacaciones hasta al menos octubre... Hoy quiero explicaros cómo perdernos con un GPS y no morir en el intento (esto leerlo con voz del tipo ese de Bricomamía, jejejeje). Sé que es difícil perderse con un GPS, pero no es imposible... Así que con unos cuantos pasos podemos conseguirlo...
Resulta que a principios de junio, antes de saber cuál serían las 7 maravillas del mundo, Jondalar y yo decidimos escaparnos un finde a Granada porque teníamos ganas de ver la Alhambra, ponernos morados a base de tapitas, y follar como conejos en una cama como dios manda (porque claro esto de que el picadero sea el coche, como que termina cansando), jejejeje Salimos de Madrid, y cuando llegamos a Granada ponemos en marcha el GPS para que nos guie hasta el hotel que está a 1,5 km de la Alhambra... Tras 45 minutos recorriendo Granada con "gire la primera a la derecha, en la rotonda coja la tercera salida, continue el trazado de la calle por un tiempo...", conseguimos llegar al hotel... Esa fue la primera vez que nos perdimos siguiendo las indicaciones del GPS. Bueno, más que perdernos, lo que pasó es que nos hizo dar mil vueltas por Granada, en vez de ir por el camino más recto..., camino que al día siguiente descubrimos nosotros solos sin su ayuda, y por el que tardamos 10 minutos en llegar al hotel.
Día siguiente: nos pegamos un buen madrugón para estar de los primeros haciendo cola para conseguir entrar a la Alhambra ya que no la llevábamos desde Madrid. ¡Es un sitio precioso! Después de patearnos bien la Alhambra decidimos ir a la calle Las Navas a comer a base de tapas... Gracias al GPS llegamos sin problemas. Después de comer y de recorrer el centro de la ciudad, decidimos ir a ver el que es supuestamente el mejor atardecer del mundo: el Mirador de San Nicolás desde el barrio del Albaycín. Ponemos el GPS desde el parking de Las Navas... "Gire a la izquierda"... ¡Vaya, si está cortada para vehículos privados! Bueno, coge la otra de al lado y ya nos calculará el aparato éste otra ruta... Calle para acá, calle para allá, y de nuevo el GPS: "Gire a la izquierda"... ¡¡Vaya, pero si es la calle de antes otra vez!! Pues ahora coge la otra anterior, a ver si nos calcula otra ruta... De nuevo, calle para acá, calle para allá, y después de estar durante una hora dando vueltas por el centro de Granada, dice el GPS: "Gire a la izquierda"... ¡¡Joder, pero si es otra vez la calle cortada de las dos veces anteriores!! A la mierda el GPS, lo apago y cojo el plano y te guio yo por donde meternos... A pesar del nulo sentido de la orientación que tengo, y de lo mal que interpreto los mapas, conseguí guiarle hasta el barrio del Albaycín, en menos tiempo que el que empleamos en salir del centro gracias al puto GPS. Pero he decir que tantas vueltas merecieron ¡¡la pena!! ¡El atardecer, precioso, al igual que el barrio! Aunque eso sí, demasiada gente había allí... Como ya se nos hizo tarde, ya cenamos allí antes de volver al hotel. Cuando decidimos marcharnos, ponemos de nuevo el GPS. Según muestra el cacharro, estamos a 3,5 km del hotel... ¡Estamos muy cerca, no tardaremos nada! ¡¡¡Qué equivocados que estábamos!!! "Gire a la derecha, y luego gire a la izquierda"... ¡¡Uy qué oscuro que está esto!! ¡Qué raro! "Siga el trazado de la calle por un tiempo". Quince minutos después... ¿Has visto ese cartel de ahí? ¡¡Coño, que pone que Granada está a 20 kilómetros!! Pero joder, ¡¡con el aparatito!! ¿Damos la vuelta? Ya dejalo, sigue por aquí, no sea que nos perdamos más sólos, que esto está muy oscuro (no había ni una sola farola, estábamos en una carretera secundaria y la noche estaba muy oscura). Otros 15 minutos después llegamos a la autovía, y el aparato pretendía volver a meternos por el caminito del día que llegamos para ir hasta el hotel, pero nosotros pasamos, y decidimos seguir los carteles que indicaban hacia la Alhambra... Y así descubrimos que desde la autovía, tan sólo se tardaban 10 minutos en llegar al hotel y no 45 como el día anterior.
Conclusión: ¡el GPS es una mierda! Que casi que preferimos el método tradicional de consultar un plano, porque gracias al aparatejo nos perdimos tres veces en poco más de 24 horas. ¡¡Pufff!! Por lo demás, muy bien... ¡Muy bonita Granada! ¡Y qué bien se come!
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