En la escalera...

¡¡Ayyy, si es que había olvidado que tenía un blog!! Esto de haber estado tanto tiempo desconectada hace que me haya desenganchado de este mundillo... Sé que os debo un par de posts, pero me apetecía contaros antes otra cosilla.

El viernes cuando salió Jondalar de trabajar, pusimos rumbo a la Playa con mis padres, que tienen un apartamento allí, y mi hermano y la novia. El finde se presentaba tranquilito y con abstinencia, porque con los padres de por medio poco o nada se iba a poder hacer. Tan tranquilo se presentaba que ni nos atrevíamos a darnos un beso sin estaban ellos delante... ¡Es que somos muy vergonzosos (bueno, depende de la situación)! Aprovechábamos cualquier instante que nos quedábamos solos, como cuando bajábamos en el ascensor o dábamos un paseillo por la playa para darnos algún que otro beso y sobarnos un poquillo... ¡Parecíamos adolescentes! jajajaja

El sábado por la noche estábamos que ya con las hormonas revolucionadas por completo después de estar todo el día juntos y sin poder ni tocarnos. Así que decidimos que teníamos que dar rienda suelta a nuestra pasión y buscar una medida de urgencia, ya que no teníamos ni siquiera nuestro picadero particular, más conocido como coche, porque habíamos ido en el de mis padres. Primera idea: vamos a la playa y de paso cumplimos con una de nuestras fantasías... Vale que puede resultar incómodo con la arena y tal, pero mejor eso que nada... Cuando nos acercamos al paseo marítimo tras la cena vimos que ¡nuestro gozo en un pozo! Resulta que este año han iluminado toda la playa... Estaba tan iluminada que casi había tanta gente como por el día... Niños jugando en la arena, gente haciendo botellón, gente bailando junto con el chiringuito de playa... ¡Mierda! ¡¡¡Abarrotada que estaba!!!En la playa era imposible... A ver, ¿dónde podemos ir? ¿En la escalera del edificio del apartamento? Vamos a echar un vistazo a ver qué tal está...

Al final vimos que en la planta novena había una escalera que subía a la azotea, pero la puerta de acceso a la azotea estaba cerrada... Ese era el sitio adecuado porque aunque subiera algún vecino al noveno, no subiría por esa escalera... ¡Así que dicho y hecho! Que si una chupadita por aquí, que si una chupadita por allá... Siéntate tú en la escalera y yo me siento encima...Y sin quitarnos la ropa (salvo el tanga y que el se bajó un poco los calzoncillos), empezamos con la tarea... Evidentemente el sitio no era el más cómodo, ni el mejor refrigerado... ¡¡¡Ozú qué calor que pasamos!!! ¡Pero cuando las ganas aprietan, pues como que te da igual hacerlo donde sea! ¡Y pedazo de polvo! Y es que el morbo que nos daba era tan grande como las ganas que nos teníamos después de todo el día (y después de llevar una semana sin poder catarnos, por causas ajenas a nuestra voluntad). Como andábamos tan excitados, no tardamos mucho en llegar al climax, después de unas cuantas embestidas que nos sabían a gloria divina. Pero eso sí, acabamos completamente sudados... Así que una vez terminada la faena, nos dimos un paseíto por el paseo marítimo para que se nos pasaran los calores antes de subir a casa a dormir, eso sí, cada uno en su camita...

P.D.: Prometo no tardar tanto en postear y prometo que intentaré pasarme por vuestros blogs... Pero el que sea período vacacional hace que haya menos gente en la empresa, y tengamos más curro los que nos quedamos trabajando, por lo que apenas tengo tiempo para bloguear.